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Recientemente, la compañía Softys, dedicada a la fabricación de productos de higiene y cuidado personal, anunció el aumento de la producción en sus cuatro fábricas en México al tiempo que desarrolla diversos proyectos para apoyar la higiene de algunas comunidades aisladas y con ello colaborar en la lucha contra la pandemia de Covid-19.

En México, Softys dispone de cuatro plantas de producción con una capacidad instalada de más de 100,000 toneladas al año, las cuales generan 2,600 empleos directos y 1,000 indirectos y se encuentran ubicadas en Nuevo León, el Valle de México y Altamira, Tamaulipas, siendo esta última en donde se instalará por primera vez un proceso de cogeneración para energía eléctrica, energía térmica y producción de agua fría.

De acuerdo con Luis Felipe Gazitúa, presidente global de la compañía, en materia ambiental, la casa matriz Softys trabaja para llegar a ser una empresa cero residuos en 2025, busca disminuir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y reducir en un 40% el uso de agua industrial por tonelada de producto al 2025.

Además, para contribuir a la lucha contra el Covid-19, la empresa ha instalado seis máquinas para fabricar cubrebocas en cinco países, incluida una en la planta de Nuevo León, con lo que han donado más de 15 millones de mascarillas tipo quirúrgicas en Latinoamérica.

Entre la amplia variedad de productos que ofrecen destacan papel higiénico, servilletas, toallas de cocina y pañuelos de marca Elite y Elite Profesional, mismos que se comercializan en México y se exportan a Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y a algunas islas del Caribe.